Las voces de la tecnología que resuenan en los Labs es un documento recopilatorio de las investigaciones y reflexiones surgidas en torno a la manera en que nos relacionamos en los espacios culturales-tecnológicos (Labs) y la manera en que nos relacionamos con la tecnología. Es producto de la investigación que hemos llevado a lo largo de 2018 desde la coordinación Hirikilabs y con la financiación del Centro de Cultura Contemporánea Tabakalera. Las autoras del texto somos Diana Franco (Hirikilabs), Margarita Padilla (Dabne), Estrella Soria (Nodo Común) e Inés Bebea (Ondula).
La investigación surge de uno de esos espacios: Hirikilabs en Tabakalera. Hemos querido fijarnos no tanto en lo que la gente hace (ej. cacharrear, programar) sino en cómo lo hace: cómo se relacionan las personas en este espacio, con el espacio y con la tecnología. La primera aportación de la investigación es por tanto un cambio de mirada. Aquí observamos relaciones de poder asociadas al nivel de conocimiento tecnológico que poseen diferentes personas, vemos comportamientos que tienen que ver con la identificación de la tecnología como algo masculino, se percibe también la espectativa de que la tecnología debe ser un motor de desarrollo económico, existen dificultades estructurales para la participación y la reapropiación del espacio por un público diverso, y, aunque se promueve la autogestión, menudo se descuidan el espacio y los recursos disponibles. Esta observación nos llevó a una pregunta de investigación que dio forma a los siguientes pasos:
¿En los espacios para makers, de hackeo o laboratorios ciudadanos impera, en esencia, la misma cultura (los mismos valores) que en las grandes corporaciones tecnológicas?
En respuesta a la primera de las observaciones realizadas, el estudio presenta un marco de análisis: un mapa de coordenadas para situar las relaciones de poder y conocimiento en torno a la tecnología. Estas relaciones, que aparecen como puntos en el mapa, son lo que hemos llamado las voces de la tecnología. En un sentido simbólico, nos referimos a las ideas, actitudes, valores y discursos que subyacen a la manera en que usamos la tecnología y nos relacionamos en torno a ella.
Quién tiene voz, qué dice esa voz y cómo se expresa resulta revelador. El estudio de las voces en este gran teatro tecnológico nos permite desvelar en qué consiste y de dónde viene esa cultura que queremos comprender: en los Labs, en las grandes corporaciones tecnológicas y en las comunidades de desarrollo de software libre.
Así mismo, la pregunta de investigación requiere explorar qué cultura es esa que permea las grandes corporaciones tecnológicas y sus desarrollos. Por ello el estudio recoge cinco casos contemporáneos, así como relatos propios de las autoras en torno a la realidad y la utopía de un mundo tecnologizado. En los casos se analizan tecnologías-empresas como Instagram, Google, Bitcoin, GitHub y la Inteligencia Artificial, abordando cuestiones como la violencia estructural en los algoritmos, el sesgo de género o la mayor comodidad con que nos tientan las tecnologías. Finalmente, el documento recoge también la experiencia de abrir espacios de reflexión sobre el papel de estas tecnologías globales y su influencia en los Labs, como una fase preliminar de autoconocimiento para estos espacios.
El ensayo Las voces de la tecnología que resuenan en los Labs fue presentado el pasado 29 de noviembre en el encuentro ¿Qué pasa con la tecnología?, un encuentro para para cuestionar y repensar conductas en espacios vinculados a la cultura y la tecnología como: Labs, maker spaces, hacker spaces, hacklabs, talleres de tecnología de centros educativos, extraescolares de tecnología, dirigido a personas docentes vinculadas a la tecnología formal e informal, agentes y centros educativos formales interesados en cómo se introduce la tecnología en el aula, instituciones de cultura con proyectos vinculados a la cultura tecnológica, colectivos que gestionan espacios alternativos vinculados a la tecnología como hacklabs o espacios maker. En el encuentro hubo un espacio dedicado a contrastar la metodología de la investigación en diálogo con las experiencias e inquietudes de las personas participantes en un taller dinamizado por Sorkin, quienes elaboraron una relatoría de la experiencia.
Con esta investigación hemos comprendido un poco mejor cómo la cultura de las grandes corporaciones de Silicon Valley se introduce en diversos espacios culturales y educativos que tienen que ver con tecnología, muchas veces asimilando y practicando inconscientemente sus mismos valores e ideales. La cuestión es si estos son los labs que queremos, especialmente aquellos financiados con fondos públicos y aquellos gestionados por colectivos independientes. Más allá del proceso que nosotras hemos seguido, que es un camino pero puede haber otros, nos parece importante y urgente compartir la pregunta de investigación, invitar a que otras personas en otros espacios mastiquen esta misma pregunta, con el deseo de avanzar en una cultura tecnológica con otras lógicas de poder y tal vez otras formas de valorar el conocimiento. Después de este trabajo, una de nuestras inquietudes es intentar seguir investigando y experimentando para poder comprender cómo acercarnos a los Labs que queremos.