Este mes se ha publicado un informe sobre el uso de las apps en España. Las apps (viene de applications, en inglés) son el software instalable en teléfonos móviles inteligentes, también llamados smartphones. Ejemplos de apps son Whatsapp o Viber utilizadas para chatear, sustituyendo a los mensajes de texto. El primer resultado que presenta este informe muestra que muchas personas tienen dependencia de estos aparatos, de manera que necesitan llevarlos siempre con ellos. La imagen siguiente resume estos datos:
Otros dos datos nos han llamado la atención:
- Hay 22 millones de usuarios activos de apps en España, es decir, frecuentemente las utilizan o descargan otras nuevas.
- Tuenti es la segunda app española más descargada en teléfonos que utilizan el sistema operativo Android.
¿Por qué nos fijamos en esto? Entre estos millones de usuarios de apps se encuentran muchos de nuestros jóvenes, y también muchos de ellos utilizan la red social Tuenti desde sus móviles. Recordemos que Tuenti móvil es hoy un operador virtual que pertenece al grupo Telefónica-Movistar. En este punto, me vino a la mente una imagen que tomamos de la campaña publicitaria de Tuenti móvil a principios de este año. La campaña tuvo gran alcance, de modo que era usual encontrar varias de las líneas de la campaña en carteles publicitarios en paradas de autobús y metro en toda la ciudad.
La imagen es un buen ejemplo de cómo a través de la publicidad, las compañías de telecomunicaciones promueven un determinado uso de la tecnología. Fijando la tarifa, queda limitado lo natural, lo que es de sentido común, que es utilizar el móvil para llamar. Comunicarnos hablando, escuchando la voz al otro lado, con sus matices, sus tonos y su intención. Analizando un poco más, vemos que después de la negación de lo natural, llamar, nos da una idea de para qué utilizar el móvil sabiendo que tiene cámara y acceso a internet: hacer una foto superflua o trivial y compartirla en la red social. De esta manera tenemos una pista sobre qué uso promueve Tuenti de la red social del mismo nombre:
- En lo que implicita: compartir con mis amigos algo que dice poco o nada de mí, en tanto persona. Aquí podemos profundizar en cómo esta asociación cambia lo que entendemos por compartir y amigos, en un proceso de deconstrucción del lenguaje. Pero ahora nos centraremos en el siguiente punto.
- En lo que omite: si comparto con mis amigos detalles superfluos o triviales de mi vida, ¿cuándo logro compartir lo que realmente necesito y quiero expresar, lo que quiere salir de mi interior y busca encontrarse con el otro?
Este fragmento de medio minuto del largometraje «La Antena» nos pone en el camino:
Según la RAE, el silencio se define como la abstención de hablar. Imponer silencio es hacer callar a otra persona, y también reprimir una pasión. Estar en silencio es estar sin protestar, sin quejarse… Sufrir en silencio.
Hoy nos preguntamos si tecnología entendida como un fin en sí mismo en lugar de un medio para comunicar, impone silencio. Si la manera en que nuestros jóvenes utilizan los móviles, más que facilitarles medios de comunicación, de expresión y de escucha, los aisla. Si nuestros jóvenes están en silencio.
Si esto es así, debemos hacer algo.